¿Por qué un periodista debe tener un blog?

Difícil pregunta para alguien que no tiene la costumbre de utilizar el blog. Pero la idea me obliga, necesariamente, a reflexionar sobre el tema.

Escuché un programa matutino en la Radio Cooperativa, el jueves recién pasado. Allí se comentaba acerca de la capacidad de información en la web. Aquel volumen, en algún momento, sería insuficiente. Es más, se estima que la cantidad actual de información digital es comparable a una torre de libros que va desde la Tierra al Sol. Pensemos, entonces, hasta dónde llegaremos en diez años más.

Existe un número descomunal de información, cuyo valor es dudoso. Según se indicaba, en aquel programa mañanero, sólo el 20% de la información virtual es valiosa; el restante 80%, corresponde a mera chatarra.

Por otro lado, Internet otorga condiciones que permiten a cualquier usuario ejercer la labor de un informador (La Ciberaudiencia) . Todo cibernauta tiene un espacio en la red y puede utilizarlo para sus propios fines. De esta manera, se produce una sobreproducción de documentos web.

Como se puede ver, el problema no es hallar información, sino más bien, encontrar algo de calidad. Aquí entra a funcionar la labor del periodista.

Un profesional de las comunicaciones debe saber la responsabilidad que tiene sobre el contenido de la información digital. Su tarea es crear y entregar textos web de alta calidad; ser partícipes de esta vertiginosa competencia por tener un lugar en la red. Debe estar vigente, pero con decencia y respeto hacia la humanidad.

Es por ello que el blog, espacio sobreexplotado por informantes sin las competencias comunicacionales necesarias, se transforma en la primera arma para hacer de la web un lugar fiable. Un sitio donde el periodista entregue información objetiva.

El bloguero adquiere un poder sobre una gran ciberaudiencia por el sólo hecho de escribir en la web. Este poder debe estar en manos del comunicador social, pues es él quién tiene la verdadera pertinencia para mostrar los hechos y maneja los temas con propiedad.

Ahora bien la calidad del contenido que entregue el periodista a través del blog, se ve fomentada por todos los recursos digitales a los cuales el profesional puede acceder. Hablamos de la multimedialidad, interactividad e hipertextualidad. Por supuesto que un comunicador social debería sacar un buen provecho de estas herramientas tecnológicas, utilizándolas por completo.

El periodista, quien maneja diestramente el idioma, puede utilizar en el blog un estilo más personal. Esto le daría cierta cercanía con la audiencia, logrando captar un mayor "posteo". Además, como no se encuentra obligado a publicar una nota bajo los márgenes de una empresa o institución, tiene mayor libertad para informar. Esto le permite entregar un trabajo más completo.

Tal vez dirán que estoy faltando a la democratización de las ideas otorgada por el blog; pues no, sólo pido un poco más de responsabilidad frente al tema de la sobreinformación de poca calidad y un futuro colapso de la capacidad en la red.